Decisión, preparación y voluntad son claves para poder cambiar de trabajo. En esta nota te contamos qué podés hacer para encarar un proyecto que puede que te abra la posibilidad de ganar más.
Uno de los aspectos relevantes de nuestras finanzas personales es el nivel de ingresos. Si luego de evaluar tus gastos, el ahorro no se logra, podría ser un buen momento para pensar en un cambio laboral que te permita mejorar tu salario y así, tu nivel de ingresos.
En general, los cambios de trabajo se dan cuando hay cierto nivel de descontento en el clima laboral o con los jefes. Dicen que las personas renuncian a sus jefes y no al trabajo. Pero no siempre tiene que ser así, no todas las causas son negativas. A veces el objetivo es crecer a nivel salarial o profesionalmente. Hay casos en los que aún cuando estemos contentos con nuestro día a día, podemos desafiarnos para crecer.
Cuatro tips para dar el salto y cambiar de trabajo
Conocer el mercado laboral
Es necesario saber cuánto pagan por puestos de trabajo similares a los que tenemos hoy.
Si nuestro puesto aplica a cualquier industria, por ejemplo: analista de pagos y cobranzas, community manager o atención al público, podemos evaluar por diferentes sectores. Cabe la posibilidad de que haya uno que pague más que otro.
También podemos buscar los informes anuales de las consultoras de recursos humanos que relevan puestos, industrias y además suman las tendencias de cada año. Esto último es un datazo para saber qué habilidades buscan las organizaciones actualmente.
En LinkedIn, la red social profesional por excelencia, podés ver las búsquedas y analizar qué piden para ajustar lo que sea necesario.
Reconocer nuestras fortalezas y debilidades
Para aplicar a nuevas posibilidades hacer un ejercicio de autopercepción es clave. Primero, porque nos va a dar claridad de qué es lo bueno de nosotros que podemos mostrar y segundo, porque al saber cuáles son nuestras debilidades podemos hacer alguna acción puntual para cambiarlo. Por ejemplo, si querés pasarte de sector dentro de la empresa donde trabajás pero no sabés excel, podés capacitarte en ese tema puntual para calificar para el puesto.
La formación y capacitación son fundamentales para mejorar nuestro perfil laboral. Aplica para relación de dependencia y también para quienes se mueven en el sector cuentapropista.
Delinear nuestro proyecto de vida con un cambio laboral
La mayoría de las personas asocia la estabilidad con un trabajo en relación de dependencia pero no es el único camino. Miles de personas se pasan al mundo emprendedor donde el sacrificio no es menor pero tiene algunas ventajas como: tener el propio negocio, gestionar el tiempo a gusto, aplicar sus valores a la marca y también sus propias ideas.
Los expertos recomiendan no dar saltos al vacío y preparar el emprendimiento en paralelo a la relación de dependencia para que cuando se decida cortar uno, el proyecto propio pueda seguir creciendo.
Si bien emprender no es para todos, podemos explorar el mundo emprendedor participando de las charlas que organizan distintas organizaciones en redes sociales. Hay una movida emprendedora de mujeres que la rompe.
Activar el cambio
La zona de confort no siempre es confortable. Muchas veces nos quedamos quietos esperando milagros y la verdad es que somos los únicos que podemos diseñar los cambios que estemos dispuestos a dar. Pasar a la acción es clave para concretar metas. Si hace tiempo te está dando vueltas en la cabeza que tus ingresos no acompañan tu crecimiento, es hora de pensar un plan y ejecutarlo. Podés definir tus objetivos, detallar las acciones que te van posibilitar llegar a la meta y andá cumpliendolas una a una. Como dice Gustavo Cerati en una canción: “tarda en llegar y al final hay recompensa”.
Cambiar de trabajo es un lindo desafío. ¿Qué esperás para ajustar tu CV y actualizar tu perfil en LinkedIn? En Reba tenemos varias búsquedas activas. ¿Qué te parece si además de ser rebanker, te sumás a nuestro equipo?