Tus finanzas no tienen que pender de un hilo si hay organización y dedicación. Y, aunque la situación económica no ayude a encontrar el equilibrio, es posible conseguir metas si así nos lo proponemos.
Tomá nota de estos tips para que tu presupuesto alcance a cubrir todos tus gastos mensuales y tu salud financiera esté a salvo:
No gastes más de lo que ganas
Tener consciencia de tu situación financiera siempre será el primer paso para tomar las riendas de tus finanzas personales. No podés tener más gastos que ingresos porque eso te conduce a acumular deudas que difícilmente puedas pagar si no tomás cartas en el asunto.
Anotá todos los gastos del mes teniendo en cuenta tus ingresos en una hoja de cálculos para tener tu presupuesto armado y adaptarlo a tus ingresos.
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Recordá tus metas financieras
Tener en mente tus objetivos es una motivación para tomar mejores decisiones financieras. Además, te ayudan a pensar cómo llegar a esas metas que pueden ser desde llegar a fin de mes o armar un fondo de emergencia que te sirva de respaldo financiero ante situaciones inesperadas, hasta comprar una casa o realizar un gran viaje.
Una acción que contribuye a llegar a esos objetivos financieros es reducir los gastos. Pero, ¿cómo hacerlo?
Reducí gastos innecesarios
Cuando tomes conciencia de tus gastos, sabrás en qué te estás excediendo y deberás buscar una alternativa más económica para optimizar tus finanzas. Anotar las salidas de dinero te hará distinguir “gastos hormiga”, pequeños gastos frecuentes que, aunque individualmente parecen insignificantes, cuando se acumulan en el tiempo, suman.
Por ejemplo, si todas las mañanas te comprás café de camino a la oficina, a fin de mes habrás destinado un montón de dinero a eso. ¿No te parece mejor opción llevarlo desde casa? ¡Vas a ahorrar un montón!
Otros gastos innecesarios pueden ser los reiterados llamados al delivery. Podés comer lo mismo – o, incluso, más rico – si tan solo tenés organizadas tus comidas y compras con anticipación.
Es así, el ahorro es un 100% de planificación.
Decile adiós a la improvisación
Todo gasto debe estar calculado. Anticipate a las compras en el supermercado armando listas con los precios de los alimentos. Podés incluir los precios de varios supermercados, chequeando los valores en las tiendas online, para saber dónde te conviene comprar para gastar menos.
Además, podés agendarte los días de promociones con tarjeta de crédito y ganarle a la inflación al mismo tiempo que ahorrás un porcentaje de la compra.
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Cambiá tus hábitos
Del mismo modo que el café de la mañana, el delivery y la planificación de comidas puede hacer una diferencia significativa en tu bolsillo, hay otros hábitos que podés incorporar para optimizar aún más tu economía.
Caminá más y sacale polvo a la bicicleta que tenés en desuso. Así, además de ahorrar el dinero que gastarías en taxi o en nafta por unas pocas cuadras, también mejorás tu estado físico.
Elimina malos hábitos, si es que los tenés. Las personas que fuman gastan buena parte del presupuesto en ello. Ahorrar o llegar sin deudas a fin de mes puede ser un gran incentivo, ¿no? Además, tu cuerpo te lo va a agradecer.
Revisá tus cuentas a principio de mes
Todos los meses revisá tu presupuesto y ajustalo según la inflación prevista para no llevarte sorpresas y que tus finanzas se vean perjudicadas. Podés tomar como referencia el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central de la República Argentina.
Además, si organizás tus cuentas con antelación, podés destinar un porcentaje de tu dinero a ahorrar o invertir. Conocé cuáles son las mejores opciones en tiempos de crisis.
Desde Reba te alentamos a pulir tu presupuesto personal para que alcances tus objetivos financieros y sobrelleves la crisis económica de la mejor manera. La educación financiera es clave en momentos de incertidumbre.